Crítico del Pueblo

Mientras escucho la nueva producción de la banda de rock inglesa Coldplay, me preguntaba por qué X & Y, y me acorde vagamente de la biología de bachillerato, que habla de los genes que definen nuestro sexo: XX cuando el espermatozoide que fecunda el ovulo que siempre posee un cromosoma X, también es X, entonces el feto sería una niña, por el contrario, cuando el espermatozoide que fecunda el ovulo es el Y, sería un varoncito con la mezcla de los cromosomas de caracteres opuestos XY. Pero si mi ingles no me falla, X & Y de Coldplay no tiene que ver mucho con los cromosomas ni con el tipo de espermatozoide que fecunda el ovulo o con la esencia de la que esta hecho el hombre… también pensé en las coordenadas horizontal y vertical cartesianas, dos ejes opuestos, pero que se intersectan en un punto llamado cero, pero tampoco creo que a eso se refieren estos músicos maravillosos con X & Y. Yo que los conozco bien y se de su música y sus letras, pienso que X puedo ser yo y, Y tu, separados no somos nadie, somos amorfos, acéfalos, invisibles, X & Y si es una entidad, tu y yo, juntos somos alguien, nos pueden ver e identificar, podemos soñar, amar, compartir, crecer, echar raíces, y dar frutos.


De eso creo que se trata su producción, de dos, que a pesar de ser tan distintos pueden estar juntos y amarse, compartir sus problemas, darse mutua ayuda y compresión, de esa rutina, de las millones de escenas de amor que pueden suscitarse cuando dos personas se aman y comparten sus vidas, amor del bueno, extrañarse, entregarse, necesitarse, desearse, mimarse, consentirse, adorarse, entre otras cosas, que vienen también con el roce humano, las cosas del amor… es un mensaje de amor, es un llamado a ser mejor, un grito de los ángeles para el alma, un recordatorio de que Jesús existió, es simplemente el lenguaje de Dios “el amor”. Estoy maravillado más no sorprendido, X & Y, es uno de los mejores trabajos que he escuchado en mucho tiempo, calidad… pura calidad, una mezcla perfecta de melodía, armonía, ritmo, buenos arreglos y ese “no se que…” que no se nota, pero que se siente al escuchar a estos músicos y compositores maravillosos.